El transporte nacional consiste en el transporte de mercancías dentro de un mismo país. Se utiliza en la distribución de mercancías entre plantas de producción, centros logísticos, cadenas minoristas y clientes particulares. Gracias a unos tiempos de tránsito más cortos, permite responder con rapidez a las cambiantes necesidades del mercado, garantizando entregas regulares de alimentos y materiales industriales y de construcción.
El transporte isotérmico se realiza utilizando vehículos aislados térmicamente sin refrigeración activa. Es adecuado para transportar mercancías que requieren protección contra las fluctuaciones de temperatura, como alimentos o productos farmacéuticos en distancias cortas. La isoterma garantiza el mantenimiento de las condiciones térmicas y protege la carga de influencias externas.
La carga parcial (LTL) es el transporte de pequeños envíos de varios expedidores, consolidados en un solo vehículo. Permite compartir los costes de flete y es una solución económica para los envíos más pequeños. Se utiliza sobre todo en la logística del comercio electrónico, la distribución regional y el transporte internacional, donde permite una planificación flexible de las entregas.
El transporte intermodal es el transporte de mercancías utilizando al menos dos modos de transporte diferentes (por ejemplo, carretera y ferrocarril), manteniendo una única unidad de carga, normalmente un contenedor. Esta solución reduce costes, plazos de entrega y emisiones. Es especialmente popular en la logística internacional y el transporte de larga distancia.