El transporte intermodal es el transporte de mercancías utilizando al menos dos modos de transporte diferentes (por ejemplo, carretera y ferrocarril), manteniendo una única unidad de carga, normalmente un contenedor. Esta solución reduce costes, plazos de entrega y emisiones. Es especialmente popular en la logística internacional y el transporte de larga distancia.
El transporte en minibús de hasta 3,5 toneladas está dedicado al transporte de envíos más pequeños, envíos exprés y palés con espacio limitado. Los minibuses son móviles y funcionan bien en el centro de las ciudades y en zonas con accesibilidad limitada para camiones grandes. El servicio permite entregas rápidas puerta a puerta y se utiliza mucho en logística de comercio electrónico, distribución local y transporte urgente.
El transporte nacional consiste en el transporte de mercancías dentro de un mismo país. Se utiliza en la distribución de mercancías entre plantas de producción, centros logísticos, cadenas minoristas y clientes particulares. Gracias a unos tiempos de tránsito más cortos, permite responder con rapidez a las cambiantes necesidades del mercado, garantizando entregas regulares de alimentos y materiales industriales y de construcción.
El transporte en solitario es el transporte de mercancías realizado por un camión de plena capacidad sin semirremolque. Los Solos son ideales para transportar palés, materiales de construcción y productos industriales en distancias cortas y medias. Permiten una planificación flexible de las rutas, una carga y descarga rápidas y, gracias a sus dimensiones compactas, pueden llegar fácilmente a lugares de acceso limitado para combinaciones más grandes.